Hoy pasamos por una crisis mundial que todos ya conocemos, provocada por la Covid-19. Esta situación ha puesto al nuestro país en vilo. La crisis sanitaria, política y económica hace que nuestro país de vea inmerso en una serie de cambios drásticos y poco controlados. La crisis económica que hoy limita el crecimiento de nuestro país, nos hace pensar en algunos escenarios posibles en los que el Perú podría encontrarse inmerso y debilitado en muchas de sus proyecciones como nación.
La proyección brindada por el BCRP en octubre para finales de este año manifiesta una caída del PBI de 12%, sin embargo, instituciones como el BBVA Research en Perú y JPMorgan, afirman que el Perú tendrá una tasa de crecimiento de 10% para finales de 2021. Dicha variación, es la más alta de los países de LATAM; entonces, ¿cómo es posible que a pesar de tener la caída más grande de LATAM, podamos ser, como manifiestan BBVA Research en Perú y JPMorgan, la economía de mayor recuperación del PBI en el siguiente año?
La respuesta, es un efecto rebote posterior a una crisis. Para que exista este efecto rebote, debe ir acompañado de buenas políticas fiscales y monetarias, sin ellas, no sería viable. Pero lo más importante es saber qué supuestos asumen los economistas de distintas instituciones, tanto locales como extranjeras, para la estimación de ese 10% de crecimiento en 2021, lo cual, se pueden resumir en:
a) Una posible cura en 2021 para el Covid-19.
b) Precio de materias primas continúa y estable
c) Una normalización de las actividades económicas, además de la disminución de la volatilidad y aversión al riesgo a lo largo de 2021.
d) Se considera una ausencia de un rebrote importante del virus.
e) Se inicia la 4ta fase de la reactivación económica del Perú.
f) Ante la incertidumbre de un riesgo regulatorio y resultado electoral, se asume que la nueva administración mantendrá los principios macroeconómicos básicos.
Además de dichos supuestos, los programas del Estado que promueven el gasto público, como estímulo de la economía, tales como, “Reactiva Perú” y “FAE-Mype”, hacen posible una regulación de la oferta económica del Perú. Estos supuestos son claves para un crecimiento del PBI de 10% en 2021, dado que garantizan una estabilidad de hechos globales y locales.
Por otro lado, las perspectivas de crecimiento económico son las más optimistas posibles, por tanto, es muy probable que ese 10% no sea el monto real. Sin duda, la inestabilidad política que ha traído la renuncia del presidente Manuel Merino ha generado perspectivas negativas a los inversionistas extranjeros, trayendo así una mayor volatilidad en el tipo de cambio y en la balanza comercial.
En conclusión, la situación económica peruana está siendo dejada de lado debido a la crisis política. La Organización de los Estados Americanos, OEA, enviará una misión de observadores electorales al Perú, lo cual garantizará que se den las elecciones en Abril de 2021. Así mismo, las elecciones de Abril pueden traer una nueva perspectiva de crecimiento económico, por consiguiente, es nuestra tarea evaluar y leer a detalle, los proyectos que tienen los candidatos presidenciales para asegurar un mejor futuro económico y social, mediante el buen discernimiento a la hora de votar el 11 de abril del próximo año.
Por: Nino Cruz Zapata
Economista
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