Tras la confirmación de la muerte de Abimael Guzmán por parte de la Fiscalía de la Nación, producto de «una neumonía», la terrorista conocida como «Camarada Bertha», Iris Yolanda Quiñonez, presentó una «carta poder» de la esposa de Guzmán – la también terrorista Elena Iparraguirre- para llevarse los restos del genocida.
Los senderistas, a través de su abogado Alfredo Crespo, vienen haciendo todo lo posible para hacerse del cuerpo del cabecilla e interpusieron un hábeas corpus pidiendo que los restos sean entregados a su esposa para “proceder de acuerdo a sus creencias”. La Corte del Callao, sin embargo, declaró inadmisible esa solicitud. La decisión final quedará en manos del Ministerio Público.
¿Pero quién es Quiñonez?
Se trata de la terrorista identificada como ‘camarada Bertha’ y fue la gestora del asesinato del coronel PNP Manuel Tumba, según consta en los documentos de la CVR.
Cuando estaba a punto de cometer un segundo atentado “fue capturada con armas de fuego y explosivos lista para enlutar a un efectivo más. Ahora lo que debemos tener son gestos como no propiciar la apología y prevenir esos delitos”, explicó el general Óscar Arriola de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote).
Orden interno
La exfiscal de la Nación y actual congresista de APP, Gladys Echaíz, explicó que “la Fiscalía debe tomar en cuenta el contexto político y social, y adoptar una posición que prevengan los efectos futuros. Para eso tenemos un marco constitucional que garantiza el orden interno del país, que es lo que pretendió alterar Abimael Guzmán y sus seguidores”.
“Los fiscales deben mesurar el efecto de sus decisiones sobre quién es la persona que recibiría el cuerpo y en razón de qué. ¿De ser un familiar? ¿De tener una identificación ideológica? ¿En razón de qué? Que se tome una decisión considerando el orden interno que quisieron subvertir mediante las armas”, remarcó.
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