El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza, disolvió la Asamblea Nacional por grave crisis y conmoción interna. Asimismo, solicitó al Consejo Nacional Electoral que se convoquen a elecciones dentro del plazo de siete días.
El mandatario argumentó que su decisión responde a la constante desestabilización del Parlamento al «Gobierno, la democracia y el Estado». Además, usó como fundamento legal el artículo 148 de la Constitución de la República de Ecuador.
«He decidido aplicar el artículo 148 de la Constitución de la República que otorga la facultad de disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna, para lo cual he firmado el Decreto Ejecutivo °741. Además, he solicitado al Consejo Nacional Electoral la convocatoria inmediata a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos», anunció en mensaje a la Nación.
En esa línea, el jefe de Estado aseguró que su resolución fue democrática no solo porque respeta a la carta magna, sino que le devuelve a la ciudadanía la posibilidad de decidir su «futuro» en los siguientes comicios. Asimismo, señaló que esta determinación permitirá al Ejecutivo centrar sus esfuerzos en las problemáticas que repercuten a las familias ecuatorianas.
Esta decisión se da en el marco del juicio político contra del mandatario, quien es acusado por su presunta participación en el delito de peculado, imputaciones que siempre han sido rechazados por él.