El Gobierno aprobó una inversión de 3.500 millones de dólares para comprar 24 aviones de combate. Con esta decisión, Perú define su nueva flota aérea y busca reemplazar a los viejos Mirage 2000 y MiG-29, que hoy no compiten con los avances tecnológicos de la región. Tres países disputan el contrato: Estados Unidos con el F-16, Francia con el Rafale y Suecia con el Gripen E.































































































