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Papa León XIV recibe a Jannik Sinner en el Vaticano durante una visita especial que unió fe y deporte. El líder del ranking ATP llegó acompañado de su familia y del presidente de la Federación Italiana de Tenis. Sinner le entregó una raqueta como obsequio al sumo pontífice, quien bromeó con jugar un partido. El momento causó gran simpatía y se viralizó rápidamente en redes.
Un papa fanático del tenis
León XIV, conocido como «padre Roberto» durante su tiempo en Chiclayo, mostró una vez más su entusiasmo por el tenis. El papa confesó anteriormente que practicaba este deporte en Perú y que, aunque ahora juega poco, desea volver a las canchas. Incluso aceptó con humor una invitación para un torneo benéfico, lanzando una broma sobre el apellido de Sinner, que significa «pecador» en inglés.
Una conexión con Perú y el deporte
No es la primera vez que León XIV muestra su amor por el deporte. En otras ocasiones, se ha revelado como seguidor de equipos peruanos como Alianza Lima y Juan Aurich. La tragedia del Fokker marcó su vínculo con Alianza, mientras que su cercanía con Chiclayo lo relaciona con el club norteño.
El Vaticano, además, cuenta con una cancha de tenis de arcilla, lo que abre la posibilidad de ver al papa en acción en algún evento futuro. El tenista italiano Sinner, al final del encuentro destacó, «Es fantástico tener un papa que ve y juega tenis».
¿Qué impacto tiene esta visita en la imagen del papa?
Este tipo de encuentros refuerzan la imagen cercana y moderna del primer papa peruano. Su gusto por el deporte lo conecta con jóvenes y aficionados al tenis, y demuestra que la fe puede convivir con pasiones cotidianas. También muestra cómo el Vaticano se abre a actividades culturales y deportivas, fortaleciendo su vínculo con la sociedad actual.