La exprimera dama del Perú,
Nadine Heredia vive cómodamente en Brasil, protegida por un círculo de abogados y simpatizantes del presidente Lula Da Silva. Tras ser condenada a 15 años de prisión en Perú por lavado de activos, ella y su hijo solicitaron asilo político en Brasil el pasado 16 de abril. Desde entonces, ha sido vista en centros comerciales de Sao Paulo, mientras su esposo, Ollanta Humala, cumple la misma sentencia en una cárcel peruana.
Según su abogado brasileño, Marco Aurélio de Carvalho, íntimo amigo de Lula, Heredia salió a comprar ropa, comida y medicinas junto a su hijo. Ambos llegaron al país solo con maletas de viaje. Un video difundido por América Televisión muestra a Heredia caminando por un centro comercial en la Avenida Paulista, una zona céntrica y moderna de la ciudad.
¿Quién paga la estadía de Nadine Heredia?
Carvalho reveló que Heredia reside en un departamento costeado por el grupo de abogados
Prerrogativas, una organización que él mismo fundó. Este grupo también defiende figuras involucradas en el caso Lava Jato, como Lula Da Silva. Aunque en un inicio se dijo que el gobierno brasileño cubría sus gastos, el propio Canciller desmintió esa versión. Actualmente, sus recursos provienen de aliados políticos y «amigos progresistas».
¿Dónde vive exactamente Nadine Heredia?
Aunque el abogado no quiso dar la dirección exacta, afirmó que Heredia vive a unos 4 o 5 kilómetros del centro comercial donde fue grabada. Esto ubicaría su residencia en uno de los barrios más exclusivos de Sao Paulo: Jardim Paulista. Este distrito es moderno, seguro y de alto nivel económico.
¿Por qué su presencia genera polémica?
El caso genera controversia no solo por la condena pendiente de Heredia, sino por su estrecha relación con Lula, también implicado en el caso Odebrecht. La oposición brasileña ha criticado duramente esta cercanía, obligando al gobierno a marcar distancia en lo formal, aunque la ayuda informal continúa.
Mientras su esposo cumple su condena en prisión, Nadine Heredia vive cómodamente en Brasil gracias a un grupo de poderosos aliados. Su vida en uno de los barrios más exclusivos de Sao Paulo contrasta con su situación judicial en Perú, donde aún enfrenta serios cargos por corrupción.