Manuel Merino de Lama, expresidente interino del Perú, aseguró que su renuncia en noviembre de 2020 fue resultado de un plan concertado por sectores políticos a los que él denomina «caviares». Según su versión, este mismo grupo ahora intentaría desestabilizar el gobierno de Dina Boluarte.
En una entrevista con
Correo, Merino afirmó que la oposición utilizó las muertes de Inti Sotelo y Bryan Pintado como una estrategia para presionarlo a dimitir. Explicó que, cuando usó el término «sembradas», se refería a la falta de una investigación rigurosa por parte de la Fiscalía en ese momento:
«Si se hubiera hecho la investigación adecuada, habríamos encontrado a los verdaderos responsables», sostuvo.
¿Quiénes estuvieron detrás de su renuncia?
Merino responsabilizó a varios actores de su salida del poder. Mencionó a Martín Vizcarra, al Partido Morado, Juntos por el Perú y algunos sectores de Perú Libre. También criticó la participación de barristas y figuras mediáticas, como el futbolista Paolo Guerrero, quien pidió su renuncia en redes sociales:
«Las barras de Universitario y Alianza Lima no se mueven por interés genuino. Hubo algún interés económico detrás», afirmó.
¿Qué dijo sobre la crisis de seguridad?
Merino también comentó sobre la crisis de seguridad y el asesinato del cantante Paul Flores, vocalista de Armonía 10. Según él, su caso ha sido utilizado con fines políticos, similar a lo que ocurrió durante su gobierno. Sin embargo, las cifras oficiales muestran una situación alarmante.
Según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), hasta el 18 de marzo de 2025, se han registrado 475 homicidios en el Perú. Esto significa que cada cuatro horas, una persona es asesinada en el país. Solo en los dos primeros meses del año, se reportaron 368 asesinatos, un incremento considerable frente a años anteriores.
Lima y Callao lideran los casos de homicidios
Lima encabeza la lista con 160 homicidios, seguida de La Libertad (49) y Callao. Estas regiones, que concentran gran parte de la actividad económica del país, también son focos de crimen organizado y sicariato.
¿El estado de emergencia es suficiente para frenar la delincuencia?
El Gobierno decretó estado de emergencia en Lima y Callao para enfrentar la criminalidad. Sin embargo, los resultados iniciales han sido desalentadores. En las primeras 24 horas de la medida, se registraron 15 homicidios en distintas regiones, lo que genera dudas sobre su efectividad.
Expertos en seguridad sostienen que la represión policial no es suficiente. Para frenar la ola de violencia, es necesario atacar las causas estructurales, como la pobreza y la desigualdad, que favorecen el crecimiento del crimen organizado en el país.