La planta termoeléctrica de Malacas opera solo al 30 % de su capacidad debido a la escasez de gas, lo que genera apagones en varios sectores de Talara. Esta situación ya afecta la vida diaria de muchas familias, negocios y centros de salud, que dependen del suministro eléctrico para funcionar con normalidad.
¿Qué consecuencias tienen los cortes eléctricos?
Vecinos de la zona norte de Talara afirman que la luz se va sin aviso. Esto ha causado daños en electrodomésticos y paralizado actividades laborales. «No podemos trabajar ni cocinar. Se malogra todo», explicó una madre de familia.
Los apagones también complican la atención médica en los establecimientos de salud. Algunos no tienen sistemas de respaldo y deben suspender servicios.
¿Qué propone el gobierno regional?
La consejera regional de Sullana, Rosa Seminario, pidió formar una mesa técnica multisectorial para encontrar soluciones rápidas. Además, propuso una ordenanza regional que garantice una seguridad energética mínima. Esta norma buscaría que tanto el sector público como el privado aseguren la producción mínima de energía para evitar más crisis.
¿Cuál es el riesgo para todo Piura?
La planta termoeléctrica de Malacas y la planta eólica de Talara alimentan el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN). A través de este sistema, Enosa lleva la electricidad a toda la región Piura. Si la producción sigue bajando, más ciudades podrían verse afectadas con apagones.
¿Qué pueden hacer los ciudadanos?
Las autoridades recomiendan estar preparados ante posibles cortes. Usar focos ahorradores, desconectar aparatos sensibles y reportar fallos a Enosa puede ayudar a reducir el impacto en los hogares.































































































