El presidente de la Federación Británica de Gimnasia, Mike Darcey, pidió disculpas y reconoció que el organismo había «defraudado» a sus miembros, después de que 37 exgimnastas denunciaran acoso y malos tratos.
«Es evidente que la directiva y el consejo de administración han fracasado en estar lo suficientemente cerca de los gimnastas para entender sus preocupaciones, y nuestro compromiso con los que plantean preocupaciones no ha sido lo suficientemente bueno», dijo Darcey en un comunicado publicado el martes por la noche.
«Os hemos defraudado y lo lamentamos profundamente», añadió el presidente de British Gymnastics.
La Federación Británica ha sido demandada por 37 exgimnastas, entre ellos tres medallistas olímpicos, que dicen haber sido víctimas de abusos físicos y psicológicos, que califican de sistemáticos.
Darcey también reconoció que la cultura del entrenamiento en torno a la gimnasia tiene que cambiar para garantizar un ambiente menos tóxico a los deportistas.
«Tenemos que hacerlo mejor para garantizar que no haya espacio para el abuso en nuestro deporte. Estamos determinados y comprometidos a cambiar en la Federación Británica de Gimnasia y no es necesario esperar» a los resultados de la investigación interna para hacerlo, considera Darcey.
Desde hace varios meses, gimnastas retirados y en activo denuncian por todo el mundo sus condiciones de entrenamiento.
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