Aníbal Torres Vásquez, expresidente del Consejo de Ministros, intentó sorprender a los operadores de justicia al presentar documentación médica del 2017, para demostrar que se encontraba mal de salud y evitar así que se dictara prisión preventiva en su contra, denunció la fiscalía, durante la audiencia, realizada el miércoles pasado por la Sala Suprema Penal Permanente, la fiscal suprema adjunta Sylvia Sack Ramos advirtió que, pese a la antigüedad de los documentos, estos habían sido admitidos y valorados por el juez supremo de investigación preparatoria Juan Carlos Checkley. Añadió que estos papeles antiguos fueron considerados entre los argumentos con los que se rechazó el pedido de prisión preventiva contra Torres.
Sack Ramos refirió que los documentos corresponden a análisis realizados al investigado Torres por el laboratorio ROE y un reporte histórico médico del período 2014 al 2017. “Dichos documentos médicos son del 2017, lo cual no ofrece una descripción actualizada de las enfermedades que pudiera padecer el investigado, ya que como se observa en dichos documentos se trata de enfermedades controlables”, indicó la fiscal.
La fiscalía presentó un informe del Instituto de Medicina Legal que, luego de analizar dicha documentación, concluyó que no se puede determinar el estado de salud actual del investigado, pues se trata de información incompleta y antigua. La fiscal cuestionó que recién el martes se presentase otra documentación de citas médicas con las que Torres y su abogado Duberlí Rodríguez pretenden actualizar su condición de salud. “Torres trata de sorprender al recién hacerse los exámenes [médicos], mientras que en el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria presentó documentos de alta data del 2017. Una persona que está delicada está constantemente atendiéndose, mas no presenta documentos del 2017, que son de cuatro, cinco años atrás”, señaló.