Según los testigos los pobladores cavaron un agujero en el suelo y enterraron al delincuente, que solo tenía la cabeza expuesta, para que pueda respirar.
“Como se ha agarrado a un delincuente, todos los vecinos han dicho ‘Hay que enterrarlo’, como una medida de escarmiento”, relató uno de los moradores de San Pedro.
Además de amarrarlo, los vecinos pasearon al delincuente por el pueblo con un cartel que rezaba el mensaje “Ya no robaré”.