Lo que debía ser una operación de nuestras Fuerzas Armadas en el VRAEM, se convirtió en la peor tragedia. Cuatro valientes soldados del Ejército fueron asesinados por una emboscada de remanentes terroristas que, hoy por hoy, se han vuelto en sirvientes del narcotráfico.
Este lamentable hecho que enluta a cuatro familias también mantiene en vilo a otras más, pues, el ataque dejó heridos a dos integrantes del Ejército y a un policía.
El teniente Michael Bazán Peche (29), los suboficiales Amderson Arrigoila Huanaco (39), Dani Cayahua Condori (28) y el sargento Fermín Arroyo Guzmán (26) perdieron la vida en un ataque sorpresivo. Fuentes del Comando Conjunto refieren que se encuentran malheridos el soldado David Fano Buitrón y un informante apodado ‘Chili’. Otros dos soldados: Martín Mamani y Teodoro Morote, si bien fueron heridos, ya están fuera de peligro.
Hay dos delincuentes terroristas fallecidos, quienes portaban un fusil AKM y un UZI.
La patrulla estaba al mando de Bazán y en la operación de rutina (en la madrugada de ayer) lograron ubicar y retener una camioneta roja y una moto que transportaban 500 kilos de PBC. Mientras los soldados procedían con la incautación del cargamento, los terroristas emboscaron a los nuestros. Hubo respuesta, pero no fue suficiente. Luego, la columna subversiva logró escapar.
El hecho fue reportado a las unidades en Lima alrededor de las ocho de la mañana y de inmediato se dispuso que el coronel Carlos Roque Palomino, jefe de la División de Maniobras contra el Tráfico Ilícito de Drogas de la Dirandro, se dirija a la zona del atentado. También llegó el comandante Marco Puente Flores, desde la base Huamanga.
Fuentes policiales aseguran que esta emboscada sería la respuesta a la captura del ‘camarada Carlos’, quien cayó, también, dándole seguridad a los narcotraficantes del VRAEM.