Alessandra Risi lleva el arte peruano al mundo a través de una propuesta que une memoria, naturaleza y crítica social. A sus 27 años, la artista limeña ha presentado su obra en ciudades como Londres, Milán, Vancouver, Seúl, Roma y
Lima. Su estilo mezcla materiales no convencionales, archivos familiares y símbolos botánicos para hablar sobre el pasado colonial y el presente ambiental del Perú.
Su participación más reciente incluye una muestra colectiva en Roma,
Fragmented Wholeness, y una exposición individual en Inglaterra,
Amazonic Ashes. Ambas refuerzan una carrera en constante crecimiento, que empezó con exposiciones pequeñas y se fue ampliando gracias a conexiones con curadores y colegas en Europa.
¿Qué temas aborda su obra de Risi?
La pintura de Risi no solo habla de belleza, también plantea preguntas. En
Amazonic Ashes, por ejemplo, analiza los incendios en la Amazonía peruana como símbolo de daño ambiental, pero también como posibilidad de renacer. Usa el fuego como metáfora de transformación, explorando los efectos del extractivismo y las raíces coloniales que aún persisten.
Risi combina colores tierra con tonos intensos y materiales como cajas de fósforos o telas sin bastidor. Así crea obras que parecen fragmentos de historia, memoria y territorio. Para ella, la pintura no es solo técnica: es emoción, identidad y diálogo con el país que dejó físicamente, pero que sigue muy presente en su arte.
¿Por qué su propuesta destaca internacionalmente?
Estudiar en Italia y Londres amplió su visión, le permitió ver su cultura desde fuera y valorarla más. Hoy, se siente parte de una nueva generación de artistas peruanos con voz propia, comprometidos con temas actuales y con un fuerte vínculo con el Perú.
Risi ya prepara una nueva exposición en Brescia, Italia, pero mantiene el deseo de volver a mostrar su trabajo en casa. Para ella, el arte es un puente entre lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos llegar a ser.