La moción de censura contra Lula da Silva por asilo a
Nadine Heredia ha generado un fuerte debate en Brasil. La Cámara de Diputados acusó al presidente de haber actuado sin respetar la justicia peruana. Lula decidió darle asilo a la ex primera dama del Perú, Nadine Heredia, condenada a 15 años de prisión por lavado de dinero.
Además, los legisladores pidieron explicaciones al canciller Mauro Vieira sobre el uso de un avión militar que trasladó a Heredia desde Lima hasta Brasilia. También exigen saber por qué ella fue recibida en la embajada brasileña antes de que se leyera su sentencia.
¿Qué motivos dieron los diputados para censurar a Lula?
El senador Magno Pereira Malta, miembro de la oposición, fue quien presentó la moción. En el documento, él afirma que Lula dañó la relación con Perú y puso en duda el compromiso de Brasil en la lucha contra la corrupción. Señala que proteger a Heredia fue una decisión política, no humanitaria.
Malta sostiene que Lula, en vez de apoyar la justicia peruana, ayudó a una persona condenada a escapar. Según él, este tipo de decisiones benefician a figuras aliadas al Partido de los Trabajadores (PT), al cual pertenece Lula, aunque estén involucradas en casos de corrupción.
¿Qué dijo el canciller Mauro Vieira?
Ante la presión del Congreso, Mauro Vieira explicó que el asilo se dio por razones humanitarias. Indicó que Heredia tiene problemas médicos y que el hijo menor de la pareja podría quedar sin protección si ella era encarcelada. También mencionó que el gobierno peruano aprobó el salvoconducto para facilitar su salida del país. Vieira recordó que el asilo se basa en un tratado firmado en 1954 entre Perú y Brasil, lo cual justifica la decisión desde el punto de vista legal.
¿Qué otras acciones tomó la Cámara de Diputados?
Además de la moción de censura, existen seis solicitudes más que buscan investigar el rol del Ministerio de Relaciones Exteriores en este caso. Todas piden información detallada sobre el uso de recursos del Estado y los fundamentos legales del asilo. Este episodio ha despertado sospechas sobre posibles favoritismos del gobierno brasileño hacia personajes políticos con afinidades ideológicas, lo que ha encendido las alarmas en la oposición.