La Defensora del Pueblo, Eliana Revollar Añaños, recibió cinco denuncias de abuso sexual en el campamento instalado en la frontera sur. Este espacio lo ocupan extranjeros que quieren salir de Chile y no pueden ingresar a Perú por falta de documentos. Revollar visitó ayer la frontera de Perú y Chile para abordar la crisis migratoria con su par del país sureño, Consuelo Contreras Largo.
Hace 28 días, el desierto ubicado al lado de la carretera Panamericana Sur, que conecta a Tacna y Arica, se ha convertido en el hogar de extranjeros que desean salir de Chile y a su vez no pueden ingresar a territorio peruano por falta de documentación.
La funcionaria peruana explicó que las personas que viven en las carpas del desierto están expuestas a ser vulneradas cada vez que acuden a realizar sus necesidades fisiológicas o de aseo.
Explicó que la Defensoría está al tanto de lo que ocurre en la frontera, y en la ciudad de Tacna, donde migrantes viven en la calle, en óvalos o plazas.
La Policía Nacional y la Fiscalía realizan operativos para conminar a que busquen albergues y abandonen las calles.
Por su parte, la directora chilena, Consuelo Contreras, afirmó que en el lugar se ha detectado que existe la vulneración del derecho al libre tránsito, y el derecho al acceso al agua potable, salud, protección de personas en riesgo y educación. Sobre este último punto se refirió a los niños que habitan en la frontera junto a sus padres.
El último domingo se realizó un vuelo humanitario desde Arica en el cual se trasladó 115 personas a Venezuela. Contreras señaló que hay conversaciones entre las cancillerías chilena y venezolana para concretar nuevos vuelos pero no hay ningún anuncio oficial.
Eso sí, se recordó que las autoridades chilenas descartaron nuevos vuelos desde Arica.