Santiago Antúnez de Mayolo fue un científico peruano que dejó una huella profunda en la ciencia de la historia del país. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y más tarde se especializó en Europa. Gracias a su esfuerzo y conocimientos, impulsó el desarrollo de la energía hidroeléctrica en el Perú y promovió la educación científica. En honor a su legado, una avenida en Los Olivos y una universidad pública en Huaraz llevan su nombre.
¿Cómo fue su formación académica?
Santiago empezó sus estudios en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, donde compartió aulas con el escritor Abraham Valdelomar. Luego ingresó a la UNMSM y se graduó en Matemáticas. Su familia apostó por su talento y lo envió a Europa. Allí estudió Ingeniería Eléctrica y Química Industrial en Francia y se formó en varios países. También trabajó en Suiza, donde adquirió experiencia en centrales hidroeléctricas.
¿Qué aportes hizo Santiago Antúnez de Mayolo a la ciencia?
Desde 1933, Santiago participó activamente en la Sociedad Química del Perú. En 1938, organizó el primer Congreso Peruano de Química, un evento clave para el desarrollo científico nacional. A lo largo de su vida, analizó el potencial energético del río Santa y promovió el uso de la energía hidroeléctrica. El Congreso de la República lo condecoró en 1966 por su destacada trayectoria científica.
¿Por qué su legado sigue siendo importante?
Santiago no solo fue un investigador brillante, también enseñó en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Desde las aulas, motivó a jóvenes a interesarse por la ciencia. Sus publicaciones todavía se consultan y su ejemplo sigue inspirando. Gracias a su visión, el Perú avanzó en ciencia y tecnología.
Un homenaje que se mantiene vivo
Hoy, miles de estudiantes recuerdan a Santiago Antúnez de Mayolo como un modelo a seguir. Su nombre no solo aparece en libros, también está presente en instituciones educativas que continúan su misión de formar a los científicos del futuro.
