El equipo británico sube el Everest en tiempo récord usando gas xenón, una técnica que reduce el tiempo de aclimatación tradicional. Alcanzaron la cima del mundo en apenas una semana, gracias a un entrenamiento especial en Europa y el uso de este gas anestésico, que simuló condiciones de baja oxigenación. Aunque su método ha causado controversia en la comunidad de alpinistas, marcó un nuevo hito en la historia del montañismo.






























































































