El asilo diplomático protege a perseguidos políticos en embajadas extranjeras, según lo establece el derecho internacional. Este mecanismo permite a una persona obtener protección dentro de una sede diplomática, como una embajada o consulado, cuando enfrenta persecución por motivos políticos en su país de origen. Esta figura fue clave especialmente en América Latina, donde muchos líderes y opositores han acudido a ella durante momentos de crisis.
El artículo II de la Convención sobre Asilo Diplomático indica que cualquier Estado puede otorgar este tipo de protección. Sin embargo, el artículo III aclara que no se debe conceder a personas ya condenadas por delitos comunes, salvo que se demuestre claramente que el juicio tuvo un componente político.
¿Cómo funciona el asilo diplomático?
A diferencia del asilo territorial, que se otorga cuando una persona ingresa al territorio de otro país, el asilo diplomático ocurre dentro de embajadas o consulados. Estos espacios están protegidos por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961), que les otorga inviolabilidad frente al Estado receptor.
En América Latina, esta figura se ha aplicado desde el siglo XIX. La Convención sobre Asilo Diplomático, firmada en Caracas en 1954, regula su uso regional. Aunque en países de Europa esta figura no tiene el mismo respaldo, en nuestra región sigue vigente y es legalmente aceptada por varios tratados.
¿Qué dice la ley sobre el caso de Nadine Heredia?
La Sociedad Peruana de Derecho Internacional señala que el asilo diplomático protege a perseguidos políticos, pero no a quienes ya han sido condenados por delitos comunes. En el caso de
Nadine Heredia, las autoridades consideran que su condena se dio tras un proceso con todas las garantías legales. No hay evidencia que indique persecución política o presiones externas en su sentencia.
Además, Brasil ha firmado convenios internacionales como la Convención de la ONU contra la Corrupción (2004) y la Convención Interamericana contra la Corrupción (1997), que dificultan legalmente otorgar asilo en este tipo de casos.
Casos históricos del asilo diplomático
Uno de los casos más conocidos ocurrió en 1949, cuando Víctor Raúl Haya de la Torre se refugió cinco años en la embajada de Colombia en Lima. En tiempos recientes, Julian Assange también hizo uso del asilo diplomático, al vivir casi siete años en la embajada de Ecuador en Londres.
¿El asilo diplomático es aceptado en todos los países?
No, en América Latina tiene respaldo por tradición y tratados firmados. Pero en otros lugares del mundo se ve con recelo, pues podría violar el principio de soberanía territorial.