Alejandra Aramayo, jefa de la Oficina de Comunicaciones e Imagen Institucional del Congreso, presentó su renuncia este miércoles. Su decisión se produjo tras la difusión de un reportaje que expuso una demanda civil contra su madre, Vilma Gahona. De tal manera, el conflicto surgido dentro de su familia generó un debate en la opinión pública.
En su carta de renuncia, dirigida al presidente del Congreso. Eduardo Salhuana, Aramayo mencionó que su admisión es un acto de «desprendimiento» y resaltó que «las instituciones deben estar por encima de las personas».
Además, lamentó la exposición mediática de su problema familiar, asegurando que la información divulgada no refleja la realidad de los hechos.
¿Cuál es la disputa familiar?
El reportaje, emitido por el programa Cuarto Poder, reveló que Aramayo buscaba ser incluida en la distribución de un inmueble en Puno.
La propiedad había sido cedida previamente a sus hermanos Mónica, Jorge y Adriana. Según la investigación, la excongresista ya había recibido apoyo económico de su familia, incluyendo dinero en efectivo, dos vehículos y una vivienda en Arequipa.
Su hermana Adriana declaró que la exlegisladora confrontó a su madre en Puno exigiendo una mayor compensación:«Hablar con Alejandra es difícil, significa exponer a mi mamá a gritos y llantos», comentó.La madre de Aramayo, Vilma Gahona, también manifestó su malestar mediante una carta, en la que expresó su decepción por la acción legal emprendida por su hija.
¿En qué contexto se da su renuncia?
El documento de Gahona también cuestiona las expectativas de su hija sobre la herencia familiar, recordando que recibió apoyo financiero en diversas etapas, incluso durante su candidatura y su gestión en el Congreso.
Otro punto controvertido es la venta de una vivienda en Arequipa en 2019 por 368 mil dólares, la cual, según su hermana, fue financiada en gran parte por su madre sin recibir agradecimiento alguno.
A pesar del escándalo, Aramayo destacó en su carta la labor de su equipo en el Congreso y la política de «puertas abiertas» impulsada por la actual gestión. Su renuncia se suma a un contexto complicado para la institución, que recientemente ha enfrentado denuncias sobre una presunta red de prostitución dentro de sus instalaciones.































































































