Andrés Santisteban Salas, conocido por muchos como ‘el abuelito de la poesía’, ha recorrido un largo camino desde que comenzó a escribir a los 21 años. Su vida, marcada por la lucha y la perseverancia, finalmente alcanzó un gran logro: la publicación de su primer libro a los 80 años. Pero, ¿cómo un hombre que pasó gran parte de su vida en la calle logró cumplir su sueño?
¿Cómo llegó su poesía a los demás?
Cada mañana, Andrés se sentaba en la calle Mercaderes de Arequipa, rodeado de turistas, con un cartel que pedía apoyo para su poemario, titulado «Inspiraciones del corazón».
A pesar de las dificultades, su fe en la poesía nunca flaqueó. Vendía sus poemas por un precio simbólico de S/1, creyendo que sus versos podían llegar a tocar el corazón de quien los leyera. Durante años, repitió esta rutina, y aunque el cartel desapareció, las historias siguieron presentes en cada hoja que ofrecía.
¿Quién lo ayudó a cumplir su sueño?
En octubre de 2024, un joven se acercó a él, no para comprar un poema, sino para entregarle un regalo: su primer libro impreso. Andrés, visiblemente emocionado, agradeció el gesto y expresó en un video publicado en TikTok su gratitud:
«Lo llevaré en mi corazón», dijo, mientras mostraba el resultado de su esfuerzo.
El libro de Andrés incluye más de 100 poemas, algunos de los cuales ya habían sido leídos por generosos transeúntes que compraron sus versos en la calle. Cada poema, escrito con sencillez, refleja las experiencias y los momentos difíciles de la vida del poeta.
¿Cuál es la historia detrás de su perseverancia?
Desde joven, Andrés combinó su pasión por la poesía con sus estudios en la universidad, y tras graduarse como profesor de inglés, trabajó en su ciudad natal y en varias ciudades del país. Sin embargo, fue en Arequipa donde sus últimos poemas tomaron forma y, finalmente, vieron la luz en un libro publicado en 2024. La web Fiesta del Libro de Arequipa reconoce a Andrés como compositor y docente con más de 30 años de experiencia.
A pesar de su éxito, la vida de Andrés no ha sido fácil. Sin hijos y tras haber sido desalojado de un hostal, los internautas le brindaron su apoyo a través de mensajes llenos de aliento. En uno de sus videos, Andrés compartió su lucha por conseguir un nuevo lugar donde vivir, mientras vendía más libros para cubrir sus necesidades.
¿Qué lecciones nos deja su historia?
A sus más de 80 años, Andrés sigue demostrando que los sueños no tienen edad y que la poesía puede ser un refugio en tiempos difíciles. Aunque sus problemas de visión complican su día a día, su lucha por seguir vendiendo sus poemas y continuar su obra no se detiene.
En una de sus presentaciones de libro, Andrés expresó: «Quiero ser recordado por mis sentimientos, por las inspiraciones que traerán perdurabilidad».
He aquí un poema de él:
Compañero
Hoy respiro, medito
Para ello existo,
De vivencias
Querencias,
Goce la indiferencia
Fui ignorado
Invisible
En tu presencia.
II
Hoy quizás me ves,
Aún respiro, medito
Una vez quería vivir
En un mundo mejor
Lejos de la bulla
De la contaminación,
Y lloré.
III
Hoy puedo decir adiós
A todos esos extraños
Que me vieron mendigar
Yo no andaba solo el camino
Eran ustedes y su soledad
Fríos sin empatía
Ya no los puedo salvar.