Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística,
el ingreso promedio per cápita de los más ricos en Brasil fue de unos $ 2,875 mensuales durante el año pasado,
mientras que los hogares más pobres recibieron apenas $82 por cabeza por mes.
En cambio, la diferencia de los ingresos entre estos dos sectores sociales fue menor que en 2019,
cuando los ingresos de los más ricos eran de 40 veces mayor a los de los más pobres,
lo que llevó a una leve reducción de la desigualdad en el gigante suramericano.
Según Alessandra Scalioni, una de las investigadoras del IBGE, «El mercado de trabajo se agravó.
Mucha gente perdió su ocupación, pero el subsidio aseguró a quienes tenían ingresos familiares más bajos.
Esto hizo que la distribución del ingreso del país fuera menos desigual».
El plan de subsidios del Gobierno brasileño benefició a 68 millones de personas entre marzo y diciembre del año pasado,
con valores de 600 reales (109 dólares) entre enero y julio, que cayeron a la mitad en su etapa final.
Discussion about this post