Papa Francisco expresa su «vergüenza» por incapacidad de la Iglesia en los más de 330 mil casos de abusos

Luego de darse a conocer que 330 mil niños han sido abusados sexualmente por parte de miembros del clero católico francés y miembros laicos de la iglesia católica desde 1950, el papa Francisco expresó su «vergüenza por la larga incapacidad de la Iglesia». «Deseo expresar a sus víctimas mi tristeza y mi dolor y por los traumas que han sufrido mi vergüenza, nuestra vergüenza, por la larga incapacidad de la Iglesia de ponerlas en el centro de sus preocupaciones», indicó el papa. El jefe de la investigación, Jean-Marc Sauvé, dijo que las cifras eran «abrumadoras», pues a esto se suman los 3.200 religiosos pederastas detectados en los últimos tres años, según el informe de una comisión independiente que fue hecho público por obispos franceses. El papa expresó su apoyo a los religiosos franceses para que superen «esta prueba dura, pero qué hará bien» e invitó a los católicos franceses a asumir «sus responsabilidades para que la Iglesia sea una casa segura para todos». La oficina de prensa del Vaticano publicó una nota en la que el papa expresaba su «dolor» y en la que se decía que su pensamiento iba «ante todo a las víctimas, con gran dolor, por sus heridas». «Su pensamiento va ante todo a las víctimas, con gran dolor, por sus heridas, y agradecimiento, por su valentía en la denuncia, y a la Iglesia de Francia, porque, en la conciencia de esta terrible realidad, unida al sufrimiento del Señor por sus hijos más vulnerables, pueda embarcarse en un camino de redención», indicó en el comunicado. Francisco fue informado de la publicación del informe por parte de los obispos franceses, a quienes recibió en los últimos días durante las visitas ad limina (las que se hacen cada cinco años). El presidente de los obispos franceses expresó su «vergüenza» por unos hechos que «por su carácter conmociona y por su número abruma», pero pasó de puntillas por la cuestión de las indemnizaciones, principal reclamo de las víctimas, que acusan a la iglesia de mirar para otro lado en ese asunto tras años de haberlo hecho público.