Exintegrantes de la selección nacional de fútbol femenino de Australia decidieron no callar más y denunciar agresiones de acoso y sexuales. Por su parte, la Federación Australiana se comprometió a investigar sobre las acusaciones mencionadas.
A esta denuncia se suman las de la semana pasada hechas por las jugadoras de fútbol femenino de Estados Unidos, y las del último martes, por las del equipo de Venezuela.
«¿Si fui acosada sexualmente? Sí. ¿Amedrentada? Sí. ¿Apartada? Sí. ¿Si vi cosas que me hicieron sentir incómoda? Sí», declaró al diario Sydney Daily Telegraph la atacante estrella de la selección, Lisa de Vanna, internacional en 150 ocasiones antes de retirarse el mes pasado.
La futbolista de 36 años declaró que había sido objeto de proposiciones inapropiadas en las duchas de los vestuarios e incluso de agresiones sexuales por parte de compañeros. De Vanna aseguró que era adolescente en la época y que no supo cómo gestionar la situación, pero que había roto su silencio porque «esto aún ocurre en todos los niveles y es hora de hablar».
Otra exjugadora, Rhali Dobson, dijo que también había sido acosada en su juventud. «Muchos de estos problemas no se mencionan», afirmó, desvelando que por su parte sufrió manipulaciones psicológicas con fines sexuales.
«El fútbol australiano adopta una postura de tolerancia cero contra toda conducta que transgreda las normas y los valores esperados de la gente involucrada en el juego», reaccionó Football Australia, añadiendo que trabajaba con la agencia Sport Integrity Australia para iniciar una investigación independiente sobre el tema más amplio de los abusos en el deporte.
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