Un análisis encargado por el programa nacional de alimentación escolar Wasi Mikuna (antes Qali Warma) descubrió que la conserva de carne de res El Re Real Sabor, distribuida en colegios de Ayacucho y Puno en 2024, contenía más de un 60% de carne de caballo.
El informe de la Unidad de Supervisión, Monitoreo y Evaluación, dirigido a la Dirección Ejecutiva de Wasi Mikuna, confirmó que el producto era fabricado por la empresa Alimentos y Conservas Perú, con sede en Pacasmayo, La Libertad. Este hallazgo se produjo luego de que una ex trabajadora denunciara prácticas similares en otra marca de conservas.
¿Cómo se descubrió la carne de caballo?
Tras la denuncia, Wasi Mikuna contrató a la empresa Agrorum para realizar pruebas de laboratorio. Se tomaron muestras en 18 colegios de distintas regiones del país, incluyendo Lima, Cajamarca, Piura, Ayacucho y Arequipa. Los productos analizados incluían marcas como Rapisabor, Don Simón, Doña Nutricia y El Re Real Sabor.
Mediante pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), se detectó la presencia de carne de caballo en El Re Real Sabor. En particular, una muestra recogida en el colegio N° 38445 de Santa Rosa, La Mar, Ayacucho, reveló que formaba parte del lote 01R24, permitiendo rastrear su distribución a otras instituciones educativas.
¿Cuánto costó este producto fraudulento?
Tres consorcios fueron los encargados de distribuir la conserva:
- Consorcio Sumacc Mikuy: firmó un contrato por S/11,1 millones para distribuir en Ayacucho.
- Consorcio San Antonio de Padua: obtuvo S/10,2 millones por su distribución en Huamanga y otras localidades.
- Consorcio Illary Andina: recibió S/3,2 millones para entregar el producto en Puno.
En total, Wasi Mikuna pagó más de S/24,5 millones por estos alimentos, con al menos 70.972 latas de conservas distribuidas.
¿Qué acciones tomaron las autoridades?
El 18 de enero de 2025, el Gobierno Regional de La Libertad clausuró la fábrica de Alimentos y Conservas Perú en Pacasmayo. Sin embargo, la empresa no ha emitido declaraciones y sus representantes no han respondido a los intentos de contacto.
Además, Wasi Mikuna está evaluando emprender acciones legales contra los responsables. Este escándalo también pone en entredicho los protocolos de control del programa, ya que los inspectores de planta deberían detectar irregularidades antes de la distribución.
¿Cómo se puede evitar que esto vuelva ocurrir?
Expertos en alimentación y seguridad pública han recomendado una revisión exhaustiva de los mecanismos de supervisión de Wasi Mikuna. Aunque los inspectores revisan documentación y realizan pruebas en los almacenes de los proveedores, este caso demuestra que los controles actuales pueden ser insuficientes.
Es fundamental que las autoridades garanticen la calidad de los alimentos destinados a los escolares, para evitar que miles de niños consuman productos de origen fraudulento sin su conocimiento.