Según el pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Cusco enfrenta una situación crítica. Al menos 27 distritos de esta región están en alerta por el alto riesgo de deslizamientos, huaicos y otros movimientos en masa causados por las lluvias intensas, nieve, granizo y vientos fuertes que se extenderán hasta el sábado 23 de noviembre.
¿Qué distritos están en mayor peligro?
El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), basándose en el informe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), señaló que localidades como Pichari, Kimbiri, Villa Kintiarina, Megantoni y Quellouno (La Convención); Kosñipata (Paucartambo) y Camanti (Quispicanchi) son las más expuestas.
Además, Cusco capital ya ha experimentado lluvias de más de 18 horas, causando inundaciones en viviendas, calles y tierras de cultivo, por lo que el panorama podría extenderse a otras provincias afectadas por las precipitaciones.
¿Qué se espera en los próximos días?
El Senamhi advierte que, entre el jueves 21 y el sábado 23 de noviembre, se registrarán:
- Granizo en zonas situadas por encima de los 2,800 metros sobre el nivel del mar.
- Nieve en localidades ubicadas por encima de los 4,000 metros.
- Vientos fuertes con velocidades de hasta 35 kilómetros por hora.
- Ráfagas y lluvias intensas que también impactarán en la selva de Cusco, con vientos que podrían alcanzar los 50 kilómetros por hora.
¿Qué pasa en otras regiones?
Cusco no es el único afectado. Distritos de regiones vecinas como Apurímac (16), Junín (8), Puno (7) y Arequipa (4) también enfrentan riesgos altos. De esa forma, 138 distritos de la sierra central y sur están en alerta.
Por ejemplo, en Puno, la ciudad de Juliaca registró el jueves una intensa lluvia de cuatro horas que dejó calles anegadas y complicó la movilidad de la población.
¿Cómo prepararse ante esta emergencia?
El Indeci ha emitido recomendaciones clave para las autoridades y la población, tales como asegurarse de que las rutas de evacuación estén despejadas y señalizadas. Asimismo, se debe reforzar techos y revisar la disponibilidad de centros de salud, bomberos y comisarías; así como implementar herramientas como sirenas, altoparlantes o campanas, en coordinación con las autoridades locales.