Sergio Antonio Toro Bermeo, un hombre de 22 años, conocido con el alias de ‘Luquita’, se había convertido en el terror de los conductores y pasajeros de la avenida El Progreso, en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho. Precisamente en ese distrito fue capturado por la Policía Nacional del Perú (PNP) en flagrancia delictiva, tras robar un celular.
Toro Bermeo aprovechaba la congestión vehicular en el cambio de luz del semáforo y se aproximaba rápidamente a elegir a sus víctimas, que se encontraban distraídas, con la luna baja. Es así que se acercó a un taxi e introdujo sigilosamente su mano por la ventana del copiloto para arrebatarle un teléfono a un pasajero.
De inmediato, intentó darse a la fuga. Pero fue capturado por agentes del Grupo Terna, que ya venían siguiendo sus pasos en la zona. Tras una breve persecución, lograron atraparlo.
No obstante, Toro Bermeo no se quedó de brazos cruzados e intentó convencer a las fuerzas del orden para que lo dejen libre, argumentando que tenía una hija. Al ver que este ardid no funcionaba, dijo que tenía una «luquita» (mil soles) para negociar su libertad.
«Jefe, no sea malo. Yo tengo mi hijita. Hay que arreglar. Tú sabes, ya perdí, jefecito. Hay que arreglar. No sea malito. Tengo una ‘luquita’ para darle, jefe, no sea malo», rogó el delincuente.































































































