Muchas mujeres la han tomado en algún momento de su vida, ya sea porque su método anticonceptivo no funcionó o por otras causas. Sin embargo, hay otras que han decidido tomarla como si se tratase de un anticonceptivo de uso regular y no uno de emergencia. Y esto, aunque pueda parecer una buena estrategia de protección, no lo es.
Conozca la verdad sobre algunos de los mitos y verdades que rodean a la pastilla del día después para que pueda tomar una decisión informada si la necesita.
- Necesita una receta para comprarla (Mito): A partir del 2009 en varios países, se implementó la venta libre de la pastilla poscoital. En algunos lugares, sobre todo centros de planificación familiar y hospitales, la brindan gratis.
- Puede frenar un embarazo (Mito) : Esto es un mito muy común y no es así. Esta píldora no interrumpe un embarazo. Su finalidad es detener la ovulación y por consiguiente la fecundación del óvulo. Aunque es importante que sepas que si ya hubo una implantación, la pastilla no hará ningún tipo de efecto. Por eso es recomendable tomarla en las primeras 72 horas después del coito.
- Previene las ITS (Mito): El único método de protección de alguna infección de transmisión sexual es preservativo, bien sea de mujer u hombre.
- Se puede usar como anticonceptivo regular (Mito): Esta pastilla es solo de uso para una emergencia. Su consumo frecuente puede volverte inmune a su efecto y puede causar irregularidades en tu ovulación aumentando el riesgo de embarazo en días regulares de tu ciclo. Se recomienda usarla como máximo 2 veces por año, con un tiempo de descanso de mínimo 6 meses.
- Debe tomarse lo antes posible (Verdad): Si bien puede se puede ingerir hasta 72 horas después, es recomendable que sea lo más antes posible para mayor efectividad.